¿Dejarías que tu vecino o amigo arroje su basura en tu casa?
Si tu vecino todos los días pasa y en vez de dejar la basura en el carrito de la basura te visita y la deja en tu casa, probablemente al tercer día o cuarto como mucho, tomas fuerza y le dices “Fabio, yo te estimo y jamás haría nada para incomodarte, pero, así como yo trato de ser un buen vecino y amigo también quiero que lo seas tu conmigo, te agradecería profundamente que no dejaras nunca más la basura en mi casa”, ¿verdad que eso dirías y encararías la situación?
Ahora, si tu no permites que alguien arroje su basura en tu casa, ¿por qué permites que tus familiares, amigos, vecinos, medios de comunicación, redes sociales, videos virales, etc llenen tu cabeza de basura? Sí, así como lo lees. Cada vez que alguien llega a decir que el gobierno es una mi%$#, que este país no tiene oportunidades, que la vida es muy dura, que ojalá pudiera marcharse o llegan con los chismes del hijo del primo, la mala noticia de la familia, la falta de lealtad de Andresito con sus padres, la negligencia del gobierno de crear más oportunidades laborales, los salarios bajos, la falta de seriedad del jefe y lo mal que se comporta con el amigo del primo y demás, lo único que está haciendo esta persona es llenarte la cabeza de basura.
Pero ¿por qué lo permitimos? Porque muchas veces no somos conscientes del daño que nos hacemos al recibir tanta información negativa, porque no sabemos que nuestro cerebro es una poderosa máquina de procesa absolutamente toda la información que nosotros dejamos pasar, que no diferencia entre lo que sí debe guardar y lo que no; ¿y cuál es entonces el resultado de permitir basura en nuestra casa? Que al estar inundados de este tipo de porquería inconscientemente nuestra actitud va a empezar a ser negativa, vamos a empezar a tener el ánimo por el piso, vamos a ver la vida sin color, vamos a creer que no hay oportunidades ni opciones para nosotros, vamos a creer y a sentir que probablemente no hay más caminos y que tendremos que conformarnos con lo que tenemos.
Y ante esto ¿Qué podemos hacer? ver menos TV amarillista, alejarse de los noticieros negativos, rodearte de personas positivas, que cuando tu primo, tía, hermano llegue con noticias negativas, chismes, y basura decirles con amor que no quieres escuchar eso, que prefieres que te hable de sus planes, proyectos y logros. Es decir, bloquear todo aquello que desde ya sabemos está mal para nosotros y no nos está aportando en nuestra construcción de vida sino al contrario nos está destruyendo.
Somos nosotros mismos los responsables de la información que nuestro cerebro procesa, a veces nos sentimos mal, nos levantamos de mal genio, nos enojamos por pequeñeces sin saber por qué y es precisamente porque hemos convertido nuestra cabeza en el cesto de basura de todos los demás. Terrible, no? Pero no te preocupes que lo importante es tomar conciencia de esto y actuar para reversar la situación. Rodéate entonces de personas positivas, noticias positivas, lecturas positivas, videos positivos y verás cómo tus días empiezan a cambiar.
Con amor,
Claudia!
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