¿FRUSTRACION POR NO CONSEGUIR EMPLEO?
Encontré la siguiente definición en Internet sobre la palabra frustración: “un sentimiento desagradable que se produce cuando las expectativas de una persona no se ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido”.
Si lo llevamos al plano del desempleo, es completamente normal entrar en un estado de frustración cuando la búsqueda de empleo no da el resultado esperado, cuando vemos que los días pasan y no sucede absolutamente nada, cuando el teléfono no suena, cuando no se encuentran las diferentes oportunidades, cuando vemos que nuestros conocidos, amigos y familiares van como viento en popa en sus empleos y nosotros nos estamos “quedando atrás”.
La situación se puede agravar cuando empezamos a sentir que somos un “estorbo” para nuestra familia, que no estamos aportando en la casa, que no estamos llenando las expectativas de nuestra pareja, nuestros hijos, hermanos, padres, tíos y cuando probablemente hay una cantidad significativa de dinero invertida en estudios que no están dando el retorno esperado.
Cuando el desempleo llega y no se ven oportunidades en el horizonte es muy fácil caer en un estado de frustración; sin embargo, es en estos momentos donde debemos sacar fuerzas, llenarnos de energía, ímpetu, vigor y mantener una actitud positiva, una actitud de motivación, una actitud ganadora, pues nuestro cerebro es tan inteligente que solo va a fortalecer aquello que piensas.
¿Cómo? si mis pensamientos son de frustración y negatividad el cerebro procesa esta información como importante y va a querer tener más de esto, así que va a tratar de darnos momentos que nos provoquen frustración; el sistema de neuronas que poseemos es tan audaz que va a hacemos aplicar a vacantes que de entrada sabe que no tiene sentido la aplicación, va a buscar solo oportunidades que no se ajustan a nuestra experiencia, va a ver solo lo que no hace clic con nosotros.
¿Te ha pasado que llevas recorriendo la misma cuadra por años y no te habías percatado que existía un local que vende repuestos para autos y que solo lo viste cuando tuviste la necesidad de conseguirle una pieza a tu carro? O ¿llevas años viviendo en el mismo barrio y no sabías que a la vuelta de tu casa hay una señora que arregla ropa y solo te diste cuenta cuando el dobladillo de tu pantalón se soltó y te viste en la necesidad de buscar este servicio? Y además dices: “¿cómo no me había dado cuenta de ustedes si paso por acá todos los días o llevo viviendo en este barrio más de 5 años?”
Lo anterior es solo un ejemplo sencillo de cómo funciona nuestro cerebro, se concentra en lo que piensas, así que si piensas que no hay trabajo, que la situación está muy dura, que el gobierno es malo, que las empresas pagan poco, que no hay oportunidades eso es exactamente lo que vas a recibir, más de lo mismo.
Si por el contrario luchamos y nos enfocamos en tener una actitud motivada y positiva, cuando cambiamos nuestro diálogo interno, decimos y sentimos que sí hay oportunidades, que sí hay buenas ofertas para mi perfil, que las empresas sí están contratando, que la economía se está moviendo, entonces nuestro cerebro va a buscar elementos que fortalezcan esto y ahí es cuando encontramos las mejores ofertas de empleo, cuando vemos que sí hay oportunidades, cuando nos acordamos de la cantidad de conocidos que nos pueden ayudar y no nos da pena pedir una mano, cuando nos damos cuenta de lo que hemos dejado de hacer y actuamos, cuando nos reconocemos en competencias y organizamos nuestro CV, cuando nos mantenemos animados y es ahí cuando ocurre la MAGIA, pues las circunstancias empiezan a cambiar para bien y vemos todo un mundo de posibilidades.
Así que, no importa qué tan fuerte sea tu estado de frustración hoy, te invito a mantener una ACTUTUD POSITIVA y a que experimentes por tu propia cuenta los excelentes resultados.
Con amor,
Claudia Palacio